A estas alturas todos sabemos lo que son los «hashtags». Si alguien no ha estado en contacto con la humanidad en los últimos años, le diremos que son las etiquetas virtuales con las que la gente clasifica sus publicaciones cuando habla de un tema concreto. Por ejemplo, ahora que se acerca Halloween, seguro que muchos de vuestros contactos en Facebook, Twitter o Instagram utilizarán el hashtag #Halloween. De ese modo, y buscando ese hashtag, filtras para ver únicamente publicaciones relacionadas con Halloween.
Pero, ¿qué pasa cuando el uso de estas etiquetas no es correcto? Bueno, pasar no pasa nada… Pero en ocasiones podemos ver publicaciones de imágenes con más etiquetas que texto. Algunos estudios indican que el número de hashtags en una publicación no debería ser mayor que cuatro. Otras que el máximo debería ser de tres. Es decir, que si alguien pone más, pierde un poco el sentido. Os mostramos el ejemplo de un crack capaz de poner más de cien etiquetas en una foto.
Twitter no está fuera de la batalla por los hashtags, pero como solo podemos llegar a 140 caracteres, la cosa se limita bastante de manera automática. Si subes una foto ya te resta caracteres, así que al final las opciones se reducen. Pero por otro lado, deberíamos separar los perfiles particulares de las empresas. ¿Qué afectación tiene para una marca el uso de hashtags?
Para las marcas el uso y utilización de hashtags es muy importante. Ayudan a esta a localizar las publicaciones en las que hablan de la marca en cuestión, y ayudan a detectar tanto los comentarios positivos como los negativos. No nos olvidemos que las redes sociales están llenas de auténticos hatters, deseando que tengas un fallo para tirarse a tu yugular. con la ayuda de las etiquetas podremos detectar y combatir/conversar con estos hatters para solucionar cualquier incendio que nuestra marca o nosotros mismos hayamos provocado.